Blogspot ha muerto, o qué?
Mejor dénse la vuelta por mi twitter. @erikuvp
Monday, November 14, 2011
Saturday, November 12, 2011
No me cabe duda que el mundo es un lugar cruel
Hoy se casa mi papá con una niña menor que yo. La verdad es que no tenía la fecha presente, pues había elegido ignorar que tal cosa fuera a suceder realmente. Uno piensa que lo que le es imposible a una persona le será imposible a la otra, pero sinceramente comienzo a pensar que hay personas que nada más no saben pensar. Sí, mucho se dice que el amor no tiene edad y no se qué chingados más, la verdad es que sí lo tiene y está mal que un señor de 50 años comience a ver a una niña de 20 años y que un año y medio después decida que es el amor de su vida y que se casará con ella.
Ese día es hoy. Hoy mi papá comete el error más grande de su vida, comprometerse formalmente con una werca que lo único que quiere es su dinero. Sinceramente, yo jamás me vería con un señor de 50 años y eso que yo por lo menos tengo 23. Me parece simplemente ridícula la idea y yo sé que tarde o temprano mi papá se dará cuenta de que lo que ha estado haciendo es un error.
Yo no digo que mi papá no merezca ser feliz, rehacer su vida, encontrar a una mujer que le dé amor y cariño. Todos merecemos ser felices y creo que si no eres feliz en donde estás tienes la oportunidad de buscar otro lugar en donde ser feliz. Lo que estoy diciendo es que esa felicidad no está en una werca de 20 años, que quizás lo tenga feliz por el momento, pero cuando comience a demandar y a exigir cosas, eso cambiará. Si mi papá me dijera que hoy se casa con una señora de 50 años, inclusive 40 años, yo sería feliz. Feliz porque sé que esa relación tendría por lo menos más posibilidades de ser una relación exitosa, pero por favor, que no me venga a decir a mí que la felicidad está en una niña con poco sentido común, al parecer sin modales, sin educación y con todas las ganas de destruir una familia, que para el caso, no fue algo muy difícil de hacer.
Les puedo decir que mi familia siempre estuvo rotita de alguna manera u otra y quizás es uno de los motivos del por qué yo veía venir todo esto, pero somos una familia medio unida que de alguna manera u otra nos interesamos, y que quizás haya riñas consecutivas, pero nos queremos. Creo que algunos ya tenemos medio chueco el término felicidad.
Lo único que puedo concluir de todo este rollo es que quizás he dejado de creer en el matrimonio. Todo ese rollo de para siempre juntos es algo irreal y pues ya, es todo.
Ese día es hoy. Hoy mi papá comete el error más grande de su vida, comprometerse formalmente con una werca que lo único que quiere es su dinero. Sinceramente, yo jamás me vería con un señor de 50 años y eso que yo por lo menos tengo 23. Me parece simplemente ridícula la idea y yo sé que tarde o temprano mi papá se dará cuenta de que lo que ha estado haciendo es un error.
Yo no digo que mi papá no merezca ser feliz, rehacer su vida, encontrar a una mujer que le dé amor y cariño. Todos merecemos ser felices y creo que si no eres feliz en donde estás tienes la oportunidad de buscar otro lugar en donde ser feliz. Lo que estoy diciendo es que esa felicidad no está en una werca de 20 años, que quizás lo tenga feliz por el momento, pero cuando comience a demandar y a exigir cosas, eso cambiará. Si mi papá me dijera que hoy se casa con una señora de 50 años, inclusive 40 años, yo sería feliz. Feliz porque sé que esa relación tendría por lo menos más posibilidades de ser una relación exitosa, pero por favor, que no me venga a decir a mí que la felicidad está en una niña con poco sentido común, al parecer sin modales, sin educación y con todas las ganas de destruir una familia, que para el caso, no fue algo muy difícil de hacer.
Les puedo decir que mi familia siempre estuvo rotita de alguna manera u otra y quizás es uno de los motivos del por qué yo veía venir todo esto, pero somos una familia medio unida que de alguna manera u otra nos interesamos, y que quizás haya riñas consecutivas, pero nos queremos. Creo que algunos ya tenemos medio chueco el término felicidad.
Lo único que puedo concluir de todo este rollo es que quizás he dejado de creer en el matrimonio. Todo ese rollo de para siempre juntos es algo irreal y pues ya, es todo.
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