No sé qué pasa estos últimos días que me da por soñar contigo o pensar en ti.
La realidad es que extraño mucho tus labios y tus brazos.
Pasan los días, las semanas y los meses, y sí me siento mejor sin ti, pero eso no quita que de vez en cuando te extrañe. Lo extraño es que hoy pensé en ti y me dieron ganas de escribir.
Extraño el sentimiento de estar enamorada, y de que estés enamorado de mí. Extraño sostener la mano de alguien mientras camino, recibir el beso en la frente, el beso apasionado antes de dormir. Tus brazos rodeando mi cuerpo en la cama. Extraño todo lo bueno que fuimos. Extraño los detalles, la rosa que de repente llega en la noche, la invitación a una cena romántica.
Te extraño carajo.
A veces me cuesta trabajo pensar que todos estos detalles los encontraré en alguien más, sé que así será, porque siempre ha sido así.
Me acuerdo de esa noche en que me invitaste a ver una película a tu casa, pusimos la televisión en tu sala, y mientras veía la película, me hacía caricias en la cara, piojito en el cabello.
A veces sí me siento ridícula, pensando en todo esto. Te marco por teléfono para ver cómo estás y la realidad es que me sigues importando aunque no lo quiera.