Mi tía favorita me escribió unas palabras muy sabias el día de ayer y quisiera compartirlas con todas aquellas o aquellos que les han lastimado el corazón alguna vez, que ahora sufren porque no saben qué es lo que deben hacer, si esperar o seguir adelante, amar o dejar de amar. Me dijo: "Uno tarda siete años en ser nuevo de todo: En siete años se renuevan todas las células de tu cuerpo y curiosamente, es siete años, los recuerdos - por más claros que sean, dejan de doler". Bonita esperanza, no? Siete años?
"Tómate el tiempo para dejar las cosas por la paz", me dijo. Uno debe tener siempre la confianza de que vales mucho, que mereces algo bueno, no algo medio-medio Sabia mi tía, dice que la razón a veces suele entrar a trancazos y vaya que me he dado de unos buenos trancazos esperando a que llegue. - Live and let live.
Pero cómo es difícil, no? Cómo cuesta, cómo duele y cómo desearía uno que estas situaciones se borraran automáticamente. Que las malas experiencias se fueran en un abrir y cerrar de ojos. Que las decisiones fueran fáciles y que uno pudiera simplemente alejarse de alguien que alguna vez te hizo sonreír, que alguna vez te hizo feliz.
Pero como lo he aprendido a la buena, eventualmente se va. Se va el dolor, el sufrimiento, el terror a estar sola. Y no es que estés sola en realidad, es sólo que así te sientes. Y de repente, una vez a la semana, saldrá la lagrimita, la nostalgia, el sentimiento. Pero debe ser sólo una lagrimita. Una lagrimita para demostrar que no soy de piedra, pero no más.
Buenas cosas me esperan este año, lo presiento.
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