Yo amo a México. Amo la cultura, la bandera, la fiesta, la comida. Amo las costumbres, al mexicano cálido y sonriente. Me encanta la generosidad del mexicano, el que puede dar la vida por un amigo.
Pero lastimosamente, también odio a México. Odio a México por su inseguridad, porque no puedes caminar por las calles sin que te asalten, porque no puedes ir en la noche en el carro sin pensar que le atravesará una bala a tu ventana, porque no puedes ir al antro sin pensar que habrá una balacera, porque está lleno de gente perversa y deshonesta.
Odio a México porque a mi hermana casi le dan un balazo a cambio de una laptop, odio a México porque un amigo está desaparecido, odio a México porque hace una semana murió un compañero, odio a México porque no puedes triunfar en lo que sea sin que venga alguien a quitarte tu triunfo.
No quiero vivir en un país en el que sabes que no puedes crecer, por miedo a que te roben tu crecimiento. No quiero vivir aterrorizada de lo que podrá suceder, no quiero transitar por calles llenas de policías. Quiero vivir en una ciudad en la que no se tenga miedo, en la que puedas confiar en los policías y en que sabes que harán su trabajo. No quiero que me asalten y no poder hacer nada al respecto aunque sepa en dónde vive el pendejo.
Qué difícil, ya no sé si hay más razones para amar a mi México u odiarlo.
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