Sunday, September 29, 2013

Sobre el trabajo

A veces no entiendo la forma de evaluar al personal en la empresa en donde trabajo. Entiendo que los resultados importan, pero también sé que el trabajo debe ser valorado. En Febrero del próximo año cumplo tres años en la empresa, tengo el último año y 10 meses trabajando fuera de mi ciudad. Cada vez tengo más responsabilidades que de una u otra manera me aseguro de cumplir. Le he dedicado mucho de mi vida al trabajo, motivo por el cual he perdido una que otra cosa, y ganado 6 kilos en el último año. Me considero una persona muy responsable, sé cuáles son mis prioridades y cuando sé que tengo que terminar algo lo hago.

Hago cosas que no me piden pero sé que son importantes para la compañía. Dedico mi esfuerzo, mi sueño y mi tranquilidad a mi trabajo. Hay días en los que no duermo por preocupación o estrés, cada fin de mes evalúo lo que se hizo, lo que se logró. Hago enemil cosas para demostrar mi liderazgo, mi trabajo y a veces de verdad siento que no es apreciado.

Siento que la gente trabaja desmotivada por metas que a veces creo inalcanzables. No porque no se haga el trabajo, sino porque a veces así es y por más esfuerzo que se haga es la realidad. No expreso mis inquietudes, me quedo callada, aunque muchas veces de haber dicho algo sé que la cosa hubiera sido distinta.

Todos los días me levanto motivada, tratando de lograr un resultado que se espera, y lucho contra marea para alcanzarlo. A veces de verdad siento que lo que hago todos los días es algo que ahí queda, que pocos reconocen. Día con día me enfrento a nuevos retos, algunos que crean miedo en mí. Quisiera gritar a los cuatro vientos y que me escucharan, quisiera demostrar algo de debilidad, quisiera no quedarme callada en esos momentos importantes.

Estoy orgullosa de lo que he hecho, de lo que he logrado. Y sí, de repente necesito escuchar que estoy haciendo buen trabajo, pues no soy de palo.

Quisiera que esto llegara a quien tiene que leerlo, pero sé que aquí se quedará.


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Aquí reportando después de la carrera de hoy. Me duelen mis piernitas. Todo sea por verme bien. La belleza cuesta, me cae, y duele.

Wednesday, September 25, 2013

Change is always good

El año pasado me dio por asistir a una cita con un cirujano plástico. Siempre había tenido una fijación con mi mentón, que sentía que básicamente no tenía. Así que fui a la cita con el doctor y oh sorpresa, al parecer mi mentón no era tanto el problema para los doctores, sino mi nariz. Sí es bien sabido que tengo rasgos físicos grandes, orejas grandes, nariz grande, boca grande, manos grandes, pie grande, jajajaja etc. pero nunca había tenido inconformidad con mi nariz, es grande, pero grande bonita. Osea no tengo el problema de esas chavas de nariz aguileña que oh my god qué horribles narices. Mi nariz es derechita, sólo que es muy grande. Entonces salí de esa cita y ahora el conflicto no era mi mentón, sino mi nariz. A partir de ahí en toda foto, en el espejo y en todos lados veía mi nariz y lo grande que era y desde entonces pienso que ya no haré mi mentón, sino mi nariz.

Fui a cita hace dos días y ya casi es definitivo que me haré la nariz Ya saben cómo son los doctores y más los cirujanos, tienden a viborearte, revisarte de pies a cabeza insistir en que necesitas una y otra y otra operación. Soy del tipo de personas que normalmente se siente muy a gusto con su cara, su cuerpo. Si Dios me hizo así, por algo es, no? Total, el punto al que quiero llegar es que en esta cita me sentí bastante bien con como me veo y me sentí impresionada que los doctores me echaron flores de mi físico, de mi cara en general y dijeron: "Lo único que necesitas es ese cambio de nariz" y claro no faltó mencionar una operación de boobies, pero para serles bien bien sincera, mis boobies no me causan conflicto, soy una copa B-, tengo lo suficiente para no verme completamente plana o tabla y la verdad estoy cómoda. Claro, sería muco más feliz con una copa C+, pero qué más da. 

Luego me impresioné de los costos, pues ya estando ahí se me ocurría preguntar de una y otra cosa.
Boobies: ni pregunté el costo, créanme,
Nariz: 20 mil
Mentón: 8 mil
Lipoescultura: 15 mil  (que también me rehuso a hacer, para esto existe el ejercicio y la chinga loca de todos los días, si en algún momento me vi increíble y pesé 55 kilos y tenía cada músculo de mi cuerpo marcado y sin grasa, se puede volver a lograr sin tener que operarlo).
Nalgas: Y he aquí el wow de las nalgas, váyanse para atrás, 75 mil pesos. Afortunadamente Diosito me dio muchas de estas, así que ni pensar en cirugearlas.

Y sí, me dijeron que qué bonitas pompis, que wow con mi espalda y brazos, que me veo súper atlética (qué esperaban toda la vida haciendo ejercicio).

Tengo miedo de las operaciones por tres cosas:
1. Levantarme un día y de plano no reconocerme. Eventualmente me acostumbraré, sí, pero pensar en que mis hijos heredarán probablemente una nariz grande y luego que comparen y no se parezca a la mía me causa conflicto.
2. Miedito, estar en una cama completamente dormida, anestesiada hasta la madre, y con riesgo a no despertar. Miedito.
3. Ouch. Vaya, mi hermana se operó la nariz y estuvo vendada varios días, dice que vomitó los primeros días no sé si por reacción o qué. ¿Y el dolor que se siente después qué?

Anyhow, seguramente voy a programar mi cita para dentro de un mes y ya verán el cambio.

Deséenme mucha suerte.

Monday, September 23, 2013

What makes you happy?



Les voy a decir por qué corro.

Por qué torturarse con largas distancias, cansancio y dolor post-corrida?

Corro porque además de hacerme sentir libre, cada evento al que asisto me doy cuenta de la comunidad enorme de corredores y me encanta!! Me encanta ser una pequeña parte de un mundo en donde todos son amigos, todos se ayudan unos a otros. Me encanta que durante las carreras, van personas echando porras, para que no pares, para que continúes. Me encanta porque puedes caerte a la mitad de la carrera y alguien se parará a ayudarte. Porque al final de la carrera, ves a otros como tú, sudados, temblando de las piernas y los ves sonreír. Los ves felices. Corro porque me hace feliz, me hace saludable y me hace parte de algo grande. Por eso corro.

Tuesday, September 3, 2013

Pull me down if you want to

A decir verdad van ya dos meses que siento que quiero que se acabe el mes para volver a verte. Porque me la paso tan bien contigo, y me siento bonito. Sí, vienen de regreso esas maripositas, los nervios al abrir la puerta de la casa, el juegueteo con las llaves, las sonrisas interminables.

Un mensaje, una llamada, una mirada es suficiente para llevarme a pensar, quizás algo que no es, que yo imagino que podría ser, pero no es. Pero luego pienso en la realidad de las cosas, pienso que por más que estemos en contacto, yo estoy acá y tú estás allá. Y ni me consta que yo te interese en ese sentido, pero salir contigo y platicar así no es cosa de todos los días.

Vaya, aquella noche que me besaste tomaste ventaja, no quiere decir que no me haya gustado. Y aquella otra noche, qué celos me dieron, verte tan cerca de ella. Me siento increíble, aunque de esas veces que ya ni sabes qué.

Quiero verte. Espero verte esta semana. Emoción estos sentimientos, que regresan.