Pues me dio la loquera de hacer un triatlón este domingo 10 de octubre. La decisión la tomé la semana pasada, so... se podrán imaginar que todo lo tuve que conseguir en esta semana. Pedí una bici prestada, que por supuesto sólo cumple la función de ser una bici de montaña (nada fancy como las bicis de triatlón o las de ruta). Cabe mencionar que no me había subido a una bici en más de no sé cuántos años, 10? Total que me puse súper emocionada al respecto y me animé y me inscribí.
La nadada no es problema, con excepción de que no será en una alberca convencional, sino en un lago con la temperatura del agua de alrededor de 24°C, que para los que no saben, es HELDADA! Debido a que la temperatura del agua no es soportable para el cuerpo humano, tuve que conseguir un traje de baño especial, Wetsuit, le llaman, no sé el nombre en español. $60 dólares me costó rentarlo, así que podrán imaginarse que es un traje muy especial y también caro. Estoy muy emocionada, he "entrenado" tres veces en una alberca para la módica distancia de 800 metros, sin embargo, a pesar de que fui nadadora profesional hace tiempo, no me siento para nada preparada. Anyhow, de cualquier manera lo haré, no importa si mi destino es morir ahogada (que sinceramente no creo que eso suceda).
Para la bici, he "entrenado" 3 veces también. He estado yendo a este lago increíble llamado White Rock, aquí en Dallas, un poco lejos de mi casa. La verdad, vale totalmente la pena ir a este lugar a entrenar. Es un lago de 9 millas de distancia alrededor, y como parte de mi entrenamiento, debo recorrerlo por completo, de orilla a orilla, esquina a esquina, lado a lado, o como sea. La primera vez, me perdí. No supe ni dónde estaba, ni cuánto faltaba para llegar a mi meta. Comenzaba a oscurecer, y empecé a asustarme de que iba en el camino equivocado y que nunca llegaría a mi destino. Para mi fortuna, de alguna manera (no sé cómo), llegué a donde empecé y todo salió bien. Me tocó ver el atardecer, hermoso. Hasta me paré de la bici, me bajé, me senté en una banquita que estaba a lado del lago y me puse a admirar el atardecer. Después, ese sentimiento de felicidad empezó a desvanecer hasta llegar a sentirme triste, sola, pues al final, sólo estaba yo ahí, sentada, sin nadie a quien abrazar, o darle un beso o lo que fuera. Y pensé en lo que sería si él estuviera aquí conmigo, a mi lado, disfrutando del mismo atardecer.
De pronto, me llené de energía otra vez, y seguí rodando, hasta llegar a mi camioneta. La verdad es que ahora entiendo por qué la gente hace triatlones. Yo los creía locos antes, si de por sí hacer un deporte es difícil, imagínese usted hacer tres en la misma intensidad. Qué loco no? Pero OH que SATISFACCIÓN, qué ENERGÍA, que FELICIDAD, te sientes liberada, completa, y que nada más podría hacerte más feliz. Se te olvidan los problemas del día, ves a gente como tú rodando a tu lado, sientes la brisa fresca, el sudor caer por tu frente, escuchas tu respiración. OMG... me quedé sin palabras.
En fin, los dejo con dos fotos increíbles del atardecer....
(La sombra en la segunda foto, soy como que yo intentando salir en la foto, sin lograrlo aparentemente)
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